En el post de hoy voy a dar unas pautas básicas para conseguir que el cachorro que
acabamos de traer a casa se adapte a su nuevo entorno.
En primer lugar, es muy
importante cuando un cachorro llegue a casa estemos preparados para
que la adaptación de éste a su nueva vida sea lo más placentera
posible y, así, evitarnos en la medida de lo posible disgustos.
Debemos armarnos de
paciencia.
No olvidemos que no es
aconsejable separar al cachorro de la camada antes de las 7-8 semanas
de vida. Ni tampoco que el periodo crítico de socialización es
hasta las 16 semanas de vida, es decir 4 meses aproximadamente.
Con esto quiero decir
que hasta las 16 semanas el cachorro debe tener “licencia” de
cachorro: investigar, molestar, conocer... sin ser corregidos
continuamente, de ahí que la casa esté preparada a prueba de
cachorros (algo que comentaremos más adelante).
Un par de días antes
de recogerlo sería conveniente pedir al criador que pusiera una
toalla en la zona donde duerme con la camada para después
llevárnosla, aunque esto no siempre es posible.
Antes de la llegada
tendremos que decidir dónde ubicaremos a nuestro cachorro y preparar
la zona para él:
- Un sitio cómodo para relajarse/dormir
- Juguetes para morder
- Zona con papel de periódico para sus necesidades
- Bebedero
- Retirar lo que quede a su alcance y no queramos que coja
Esta será la zona en
la que pasará los períodos largos de confinamiento (cuando se queda
solo en casa), no obstante, debe tener un sitio cómodo para estar
cerca de nosotros cuando nos encontramos en casa.
También tendremos que
preparar la casa y hacerla a prueba de cachorros, es decir, tendremos
que retirar de su posible alcance todo aquello que no queremos que
coja y pueda romper o hacerse daño (alfombras, mandos de TV,
revistas, plantas, etc.).
Como toda la casa puede
ser demasiada curiosidad/estimulación y podemos estar intranquilos y
cometer el error de estar pendientes continuamente del pequeño,
restringiremos el espacio en casa al que tenga acceso, haciendo que
éste sea muy estimulante. Debemos evitar andar detrás del cachorro
por toda la casa continuamente, diciéndole “NO” por todo, de ahí
tanta preparación.
Una vez en casa, el
primer sitio que debe de visitar el cachorro es donde pasará los
periodos largos de confinamiento (por ejemplo, la cocina),
ofreciéndole juguetes para morder, la manta/toalla con olor de la
camada, esparciendo trocitos de comida para que investigue y
dejándolo solo un periodo corto de tiempo.
No debemos obligarle a
quedarse en el sitio que hemos preparado, poco a poco lo irá
eligiendo si lo hacemos de forma positiva.
Prevención de la ansiedad por separación
Los 7-15 primeros días
lo aconsejable sería que el cachorro no se quedara solo en casa,
para sentirse seguro en ella, si nosotros no podemos, podemos
decírselo a un familiar que pueda venir, un vecino o amigo. Si
ninguna opción es posible, intentaremos que los periodos de soledad
sean lo más cortos posibles y con mucha estimulación ambiental.
Sería aconsejable
también que pasará las primeras noches en la habitación con los
humanos (a prueba de cachorros y con estimulación para él) para
minimizar el impacto de la separación de la camada y reducir un
factor de riesgo para la ansiedad por separación.
Debemos acostumbrar al
cachorro a nuestra ausencia de forma escalonada, incluso realizando
un plan de falsas salidas. Enseñarle a permanecer tranquilo en otra
habitación solo. Todo ello, como he dicho antes de forma gradual y
durante los primeros días en casa.
Debemos evitar el error
de colmar de atenciones y afecto, no son un juguete y tenemos que
reprimir nuestra tentación de tenerlos constantemente en brazos,
achucharlos o darles exceso de atención. Necesitan unicamente
nuestra presencia tranquila y relajada para ayudarles en el proceso
de adaptación al nuevo hogar. Como he dicho anteriormente, es
conveniente que los primeros días no se quede solo, pero esto no
quiere decir que tengamos que estar encima del cachorro.
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