En este post voy a
continuar con los consejos y pautas de adaptación de un cachorro a
su nuevo hogar.
Los cachorros son
excitación en estado puro, no les debes dar cuerda, hay que tener
cuidado con el tipo de juegos (no sobrexcitar, seguramente
terminaríamos frustrando sus expectativas de juego) y acariciarles
de forma que no provoquemos esa excitación excesiva.
Aunque el veterinario
suele recomendar no sacarlo hasta tener todas las vacunas al día, es
conveniente, debido a la fase critica de socialización, sacarlo
varias veces al día en paseos cortos de 5 minutos, aunque sea en
brazos, por diferentes ambientes y que empiece a hacer parte de sus
necesidades fuera y ser recompensado por ello.
Desde el principio
tenemos que establecer una serie de rutinas y horarios para salir,
comer, dormir, jugar...
No reforzar ladridos,
aullidos, gemidos con nuestra atención, sobre todo si esta en jaula
o incordia por la noche. Otra vez, recuerdo, mucha paciencia.
Nunca hacer un evento
(fiesta) de nuestra salida de casa o llegada, hay que actuar con
normalidad en los dos casos. Se podría decir que sea ignorado
durante unos minutos antas de irnos y al llegar. Esto no significa
que no haya ni siquiera que mirarlo, solo que no sea tu centro de
atención.
Nuestras reacciones al
timbre, teléfono, ruidos fuertes serán tranquilas, con movimientos
lentos, sin sobre reaccionar, si el cachorro reacciona ignoraremos el
sonido/ruido para que vea que no nos importa/interesa. No le demos
atención mandándole callar, esperemos a que se calle y entonces
felicitémosle por ello.
El tiempo que no puede salir a la calle con normalidad podemos aprovechar para acostumbrarlo al collar y correa, realizando paseos tranquilos y sin tirar por la casa (por ejemplo, siguiendo un camino de premios), todo de forma gradual. Si no podemos hacerlo dentro de casa, es importante que desde el primer paseo el perro entienda que tirando de la correa no llega a ninguna parte, parándonos cada vez que notemos tensión y solo avanzando cuando esta desaparece. Pronto lo aprenderá.
Otra cosa a tener en
cuenta a la hora de establecer la rutina de la salida es que esta
debe de ser de forma tranquila, como hemos comentado anteriormente,
los cachorros son excitación pura y si hacemos que salgan
sobrexcitados, porque nosotros les animamos a ello con cada salida,
muy pronto nos arrepentiremos y ya tendremos algo que corregir. Aquí
podemos empezar a enseñarle a sentarse, a esperar tranquilo para
salir, y la salida será el refuerzo a esa tranquilidad.
Si decidimos hacer
sesiones de entrenamiento, deben de ser muy cortas, divertidas y
agradables.
En las sesiones de
juego una cosa importante es enseñar a inhibir la mordida, por lo
tanto si vemos que se excita demasiado debemos quejarnos (Ay, ay, ay,
ay...) y parar el juego para que vea que así no.
Siguiendo estas
pequeñas pautas pronto tendremos un perro alegre y equilibrado, que
habrá aprendido a hacer sus necesidades en la calle y tendrá claro
con que puede y con que no puede jugar en casa. Lo más importante es
tener mucha paciencia, sentido común y hacer de nosotros un
referente claro.
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