miércoles, 13 de agosto de 2014

Enseña a tu perro a no tirar de la correa


Uno de los problemas más comunes e incómodos que nos encontramos al pasear a nuestros perros es el de “tirar de la correa”. Da igual el tamaño, raza, edad o sexo del perro aunque, claro esta, no es lo mismo que lo haga un carlino que un mastín napolitano.

La hora del paseo debería ser algo relajado y cómodo para ambos, perro y propietario, no algo que nos genere más estrés y nos haga sentir mal al llegar a casa.

En los casos en que la conducta ya esta establecida suele existir un problema de base: de pequeño el cachorro era muy gracioso tirando y no se le daba importancia, pero ahora que ha crecido es un incordio y cada paseo es una lucha constante.

Una mala elección de las herramientas para el paseo, como una correa demasiado corta, collar o arnés inadecuado, etc., puede contribuir a establecer el problema o que este se agrave.


Los paseos relajados sin tirar de la correa forman parte también de la educación del perro desde cachorro, como podría ser una conducta higiénica correcta, un horario de comidas, un sitio donde dormir, que no moleste mientras comemos... o, lo que es lo mismo, forma parte de las pautas básicas de convivencia.

Pues bien como casi todo en la educación del perro, conseguir que no tire de la correa consiste en establecer un hábito en los paseos de no tirar, y enseñarle todo lo que esto conlleva.

Cómo podemos conseguirlo es muy sencillo. Existen múltiples técnicas que deben aplicarse desde el primer paseo para no tener un problema en el futuro, aunque también sirven, en caso de que ya esté establecido el problema, para su reeducación (aunque su eficacia puede tardar algo más).

Voy a resumir una técnica que considero muy efectiva y fácil de aplicar.

Primero deberíamos de contar con las herramientas adecuadas:
  1. Correa de unos 3 metros.
  2. Collar de cuello ancho y acolchado o arnés.
Para aplicar este sistema debemos coger la correa por el final con una mano, y con la otra regular su longitud, para que la correa quede combada pero sin arrastrar, y seguiremos de esta forma a nuestro perro por el parque mientras investiga y hace sus necesidades.

Mantendremos un ritmo cómodo para nosotros y, en el momento que notemos que aumenta la tensión en la correa, realizaremos una parada suave quedándonos quietos hasta que esa tensión desaparezca por decisión del perro, momento en el que iniciaremos la marcha de nuevo.

Ojo, no se trata de dar tirones. Debemos mantener esta técnica durante todo el paseo y a lo largo de varias sesiones. Poco a poco observaremos que con esta técnica el paseo se convertirá en algo relajado para los dos.

Perro con Canny Collar. Consigue que tu perro no tire de la correa
Ejemplo de collar tipo Canny Collar

Conseguido esto, puedes acortar la distancia de correa si la consideras excesiva, pero, en mi opinión, como mínimo la correa debería de tener unos 2 metros, y repetir el trabajo anterior.

Nuestro amigo aprenderá en poco tiempo que si quiere llegar a algún sitio (otro perro, olor...) deberá hacerlo de forma tranquila y relajada.
Como he comentado antes, recomiendo una longitud mínima de 2 metros de correa. Os recuerdo que en el paseo el perro debería tener libertad para investigar e interaccionar con otros perros si quiere, y no ir en un “junto” militar a nuestro lado, eso no es pasear.
Para las personas que no se vean capacitadas para realizar este trabajo existen en el mercado varios collares/ronzales o arneses anti-tiro (tipo Halti, Canny Collar, arnés Easy Walk...) que impiden que tire. A priori este tipo de herramientas no enseñan al perro a no tirar, solo lo impiden, pero pueden ser un primer paso para la aplicación de la técnica expuesta si el problema ya esta establecido y es muy consistente.

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