En
el post de hoy me voy a desviar de los temas habituales, voy a hablar
de perros, sí, pero en esta ocasión voy a compartir con vosotros mi
experiencia de este fin de semana en la 2ª prueba selectiva de la
delegación de Madrid del Real CEPPA.
Como
digo, el pasado fin de semana pasado (28, 29 y 30 de noviembre 2014),
se llevo a cabo en Valdemoro la 2ª prueba selectiva de la
delegación de Madrid del Real Ceppa de trabajo deportivo (IPO), y
por primera vez tuve el placer de participar junto a mi perra Zoa.
Debo
decir que para mí es muy importante debido a que llevo relativamente
poco tiempo realizando esta disciplina, y es el primer perro, en mi
caso perra, con el que practico este deporte.
Para
los que no conozcáis el trabajo deportivo (IPO), se trata de un
deporte que realizas con tu perro y que engloba tres disciplinas:
rastro, obediencia y protección. Este deporte consta además de
varios niveles progresivos, aunque en este post no voy a entrar en
detalle. En cualquier caso, si queréis más información sobre este
deporte os recomiendo que visitéis las paginas web del Real Ceppa y
de la Real Sociedad Canina Española (RSCE).
Empezando
por el final, la experiencia de mi participación ha sido muy
gratificante. Una vez terminado, me paro a pensar en la evolución
que ha tenido Zoa, y al ver que el trabajo que hemos realizado y
disfrutado los últimos años ha tenido su premio y hemos conseguido
la clasificación para el campeonato nacional, me llena de orgullo.
Zoa y yo en plena competición |
La
competición empezó el viernes por la mañana con los entrenamientos
oficiales. Salimos a primera hora para entrenar algo de obediencia,
coger referencias y sensaciones. No pudo salir mejor, entrenamiento
corto y muy positivo.
Sin
embargo, a media mañana tuvimos la primera sorpresa: cuando salimos
a estirar las patas y que Zoa hiciera sus cosas antes de entrenar la
disciplina de protección, me doy cuenta de que hay manchas de sangre
en el transportín...”llegó el celo”. Este “contratiempo”
hace que se suspenda nuestro entrenamiento hasta el domingo, antes de
competir junto con las otras perras en celo, algo normal para no
perjudicar a los otros participantes. Los nervios aumentan.
El
sábado por la mañana nos citan temprano (a las 7,45h). Esa mañana
se van a hacer todos los rastros y, esta vez sí, las perras en celo
van primero en una zona un poco retirada del resto. En el sorteo nos
toca ser los primeros (mejor, antes pasaran los nervios).
Durante
la disciplina de rastro Zoa muestra un trabajo buenísimo, tomando
los ángulos con decisión y marcando los objetos de forma segura. 91
puntos sobre 100, lástima de mis errores que nos restan algún
puntito más.
En
general las puntuaciones esta jornada son todas bastante altas, y no
nos podemos quejar: el terreno y la climatología fueron perfectos.
El
domingo también se empieza temprano, a las 8,30h sale el primer
perro a la disciplina de obediencia, pero hoy si tenemos una larga
espera: antes de nosotros, 10 obediencias, un pequeño descanso, 10
protecciones, un pequeño entrenamiento de las perras en celo en
ambas disciplinas, un pequeño descanso y, por fin, nos toca.
Zoa trayendo el aport en la disciplina de obediencia |
Después
de toda la mañana nervioso esperando, por fin salimos a trabajar. Se
nota un poco de falta de actitud en Zoa al principio y en algunas
fases del trabajo, pero lo achaco a que había más gente de la
habitual y a mis nervios. En general, todo bastante correcto, 89
puntos sobre 100, seguimos en el camino.
Para
terminar el día salimos a la disciplina de protección, ya con ganas
de terminar para poder llegar a casa a descansar los dos (parece que
no pero esos nervios machacan y se que Zoa se da cuenta y le afecta).
Sensaciones muy positivas también en esta disciplina, más aun
después de escuchar el raport (valoración) del juez: 92 puntos
sobre 100. Buenas bocas, sueltas a la orden, dúctil a la hora de ser
guiada...
Ahora
ya ha pasado todo, pero ha sido una experiencia inolvidable, con
sensaciones finales positivas, y estoy muy contento con el trabajo
llevado a cabo y el premio conseguido. Y con el grado 3 superado,
porque no lo había dicho, pero nosotros nos examinábamos de grado 3
y, además de obtenerlo, salimos clasificados para el CNT 2015.
Como
decía al principio, hoy el post ha sido algo diferente, pero que
tenía ganas de compartir mi experiencia y, como siempre, contar algo
sobre perros.
La
conclusión final es que mi perra Zoa es una campeona, cada día que
trabajamos es un disfrute para los dos, y esa es nuestra principal
meta: seguir disfrutando juntos.
Zoa con su merecido premio |
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